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dijous, 19 d’abril del 2012

Electrónica, coches y otras cosas


iPhone + Siri = KITT

El otro día estaba viendo por internet un nuevo anuncio del sistema de indicaciones por voz del nuevo iPhone 4s, y no pude evitar pensar en ese querido coche con alma llamado KITT. Seguro que más de uno de vosotros se acuerda, y de hecho ya le dediqué un artículo. En realidad, el funcionamiento no dista mucho de la interacción que tenian Michael y KITT, sobretodo a través del reloj intercomunicador, pulsaba un botón y le pedía algo al coche. Lo mismo que pasa con el iPhone, aprietas el botón y le pides consejo o ayuda a la máquina. Y eso me hace pensar sobre hacia dónde van a evolucionar los coches en los años venideros.

A nivel estético es complicado, ahora toca retro, ahora toca innovar, que si más aristas o más curvas… vamos, que cada cual le pone su personalidad. Pero a nivel tecnológico, debido al aumento de gadgets que han sufrido en los últimos años, se van acercando a esos automatismos que tenía el héroe de la pequeña pantalla. No creo que lleguen a saltar por encima de obstáculos, ni ponerse a dos ruedas, seguramente tampoco dispararán rayos láser por esa lucecita frontal llamada escáner, pero con el GPS si que pueden calcular rutas «ideales», hasta creo que hay prototipos que pueden leer nuestras constantes vitales, algunos de calle pueden aparcar por nosotros y Google desarrollaba un piloto automático para utilizar sus mapas de calles y carreteras para una mejor circulación. Pero la llegada de la función de Siri al automóvil sería un salto enorme hacia la construcción del Knight Rider de serie 100% operativo. Sería genial, y creo que si alguien puede hacerlo, ese alguien sería Apple, tiene la tecnología (hardware y software), contando hasta con un servicio de mapas que creo compraron no hace mucho, para sacar Google de sus terminales (cosas del dinero), y la capacidad para diseñarlo simple y elegante. Seguramente también están los japoneses, especialistas en los '80 y '90 en poner pantallas y botones en sus prototipos, y probablemente alguien más con la capacidad tecnológica e industrial para llevarlo a cabo.

No se si los coches serían mejores o peores, eso solo lo diría el tiempo, pero lo que está claro és que aquella fantástica serie de TV que se estrenó en EE.UU. hace ya 30 años con un coche como protagonista principal, con alma, con personalidad y hasta con sentido del humor, podría hacerse realidad, salvo por un problema, que Pontiac quizás no vuelva a construir el TransAm (ojalá me equivoque y renazcan de sus cenizas) y eso es un gran problema. Esa alma no tendría el mismo cuerpo, pero la realidad habría como mínimo igualado a la ficción.

No estaremos dando vueltas al espacio interestelar como planteaba 2001: Una odisea del espacio. Pero han pasado ya casi 50 años desde que se estrenara aquella película, y seguimos lejos del gran Stanley Kubrick. Pero podemos estar cerca de Michael Knight.